BIENVENIDOS A LARRA, MUCHO MÁS QUE UN EDIFICIO
Muchas estrellas, cuando mueren, terminan de quemar el hidrógeno que contenían en su núcleo y se apagan. Lo que queda de ellas se convierte en una enana blanca; frías rocas sin vida que orbitan a la deriva en la inmensidad del espacio. Pero las estrellas más grandes no se resignan a morir en silencio. Si tienen masa suficiente, su núcleo sigue ardiendo y ardiendo, cada vez más fuerte, hasta que se transforma en hierro. En ese momento, vencida por su propio peso, la estrella colapsa y produce al mismo tiempo una una explosión brillantísima -una supernova-, y un agujero negro.
El periodismo, que ha sido durante los últimos 200 años el sol que ha iluminado nuestras democracias, se encuentra en nuestros días en ese mismo proceso de implosión y explosión simultánea, de transformación en una nueva realidad. La proliferación de los medios de comunicación digitales, el colapso de los medios tradicionales, la incorporación de nuevos actores al periodismo ciudadano, la extensión de la precariedad en las redacciones y la multiplicación de los modelos de negocio asociados a la creación de noticias son fenómenos dispares, a veces contradictorios, que están transformando el sector en mucho más de un sentido. Nunca en la historia de la humanidad se consumieron tantas noticias mientras tantos medios se encontraban amenazados.
Y, sin embargo, disponer de información contrastada, ágil, veraz y de calidad nunca fue más importante para nuestra economía, nuestra sociedad y nuestra democracia.
Larra nace para ser un espacio de pensamiento, experimentación, práctica y experiencia para construir el futuro del periodismo. Desde la convicción de que, como decía Marshall McLuhan, “los nuevos medios no son una forma de contar el mundo ‘real’ sino que son el nuevo mundo real y transforman lo que queda del antiguo a su voluntad” trabajamos con un enfoque continuo entre los distintos planos de la comunicación humana, desde los encuentros físicos a las redes y plataformas.
Nuestro objetivo es albergar, ser anfitrionas; convidar a crear ideas nuevas, construir una comunidad de periodistas profesionales y de periodistas ciudadanos. Acoger con un cariño particular a los jóvenes que hoy están estudiando pero mañana serán el futuro del periodismo. Reconocer también la labor de las y los profesionales que han defendido el valor social del periodismo en los tiempos en los que te jugabas hasta la vida por ello.
Así que si eres periodista o quieres serlo, si eres activista de la información y del conocimiento, si investigas sobre el papel del periodismo en la democracia, si te interesa la opinión pública y la opinión publicada, esta es tu casa. ¡Bienvenid@!